lunes, 11 de junio de 2007

Caixa galicia

Determinantes de la rentabilidad bancaria

El ROE es la medida más utilizada para medir la rentabilidad de las entidades financieras. Se calcula como el cociente entre los beneficios y los recursos propios, es decir, cuánto se ha obtenido con el capital invertido en la entidad.

El ROE resume en una única cifra los efectos de una serie de variables que afecta a las entidades financieras:

  • La eficiencia productiva,

  • La exposición al riesgo (de morosidad, de mercado, de tipos de interés)

  • La estabilidad o solvencia financiera, es decir, en qué medida el capital o recursos propios es suficiente para respaldar la actividad.

Un incremento de la rentabilidad no siempre tendrá una interpretación favorable, ya que puede haberse producido a costa de un aumento excesivo en el riesgo o de haberse consumido demasiados recursos propios, por lo que sería un aumento no sostenible.

Para analizar el equilibrio en la evolución de la rentabilidad, se descompone el ROE en el producto de varios factores:

ROE = (RN / APR) x (APR / ATM) x (ATM / RRPP)

  • El primer factor expresa el cociente entre el Resultado Neto (beneficio de la entidad) y los Activos Ponderados por Riesgo (activos de la entidad teniendo en cuenta el riesgo al que están afectos). Cuanto más alto sea el riesgo, mayor será la ponderación. Por ejemplo, un préstamo hipotecario tiene un riesgo de morosidad más bajo que una inversión en bolsa y por eso su ponderación es mucho más reducida. Dos bancos pueden tener el mismo volumen de activo, pero el que asuma más riesgo tendrá un mayor volumen de APR.

Esta ratio proporciona una medida de la rentabilidad atendiendo al riesgo en el que incurre. Puede aumentar bien porque aumenten los beneficios o bien porque disminuya el nivel de riesgo. Pero Una disminución indicaría que la entidad ha asumido más riesgos pero sin lograr más beneficios a cambio.

  • El segundo factor es el cociente entre los APR y los Activos Totales Medios. Un aumento de la ratio significa que la entidad está creciendo pero a base de asumir mayores riesgos, por ejemplo concediendo financiación a personas o empresas con mayor riesgo de morosidad o entrando en países emergentes. La mayor asunción de riesgos no es negativa en si misma, al fin y al cabo es la materia prima con que trabajan las entidades financieras, pero ser gestionada con una política de cobertura y protección suficiente.
  • El tercer factor es el cociente entre ATM y Recursos Propios. La inversa de este cociente (recursos propios sobre activo) es una buena medida de la solvencia y holgura financiera de la entidad o, dicho de otro modo, de los recursos con que cuenta para financiar su crecimiento futuro. Por tanto, aumentos de este componente significan estrechamientos de esta holgura, que deberán ser controlados para no ahogar las posibilidades en el futuro.

Por tanto, no siempre es mejor una entidad con mayor ROE, sino que habrá que analizar los factores que condicionan su valor.

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